Por Fabio Ortiz 

Interesante e importante para la ciudad y la región el haber realizado el I Congreso Internacional 'Carnaval, Salvaguardia, Inclusión'. 

El ponernos todos a reflexionar sobre el activo más importante que tenemos los barranquilleros, como es el carnaval, en una época diferente al periodo de las fiestas, nos hace mirarnos y percibir de una mejor manera la realidad. 

Para la ciudad lo importante no debe ser la época, pues el ejercicio que acaba de realizarse por parte de las entidades administrativas, las universidades y las organizaciones de la sociedad civil nos deja una bitácora que debemos desarrollar y ajustar durante el año, para cuando retorne Joselito. 

Ante este evento se debe emprender labores importantes e imprescindible como la evaluación en esencia del Plan Especial de Salvaguardia, pues han pasado diez años y en una década las políticas misionales han cambiado.  

Hoy somos más en número de habitantes en la ciudad y en el departamento.  Lo es también en el cuerpo vivo de las fiestas. Hay más colectivos (danzas, comparsas, cumbias) de hacedores de las fiestas.  No incluyo los disfraces porque estamos en crisis de nuevos actores en esta modalidad, dos líneas que se deberá revisar. 

En ese mismo campo hay que hacer una mayor socialización con la ciudadanía y los involucrados (artista, hacedores, músicos, investigadores) porque nos corresponde a todos.  

Se debe contar con herramientas y logística para esta tarea fundamental que nos debe dar como resultado un mayor sentido de pertenencia del patrimonio vivo de la fiesta en la sociedad.     

Fabio Ortiz, periodista culturalCortesía

Un segundo punto debe estar encaminado obligatoriamente a una mayor viabilidad económica que permita que se dé una mejor sostenibilidad social para que se dé paso firme y tránsito a la inclusión, siendo una de las herramientas que estimulará a mayores participantes en la salvaguardia y preservación de las manifestaciones culturales del escenario festivo. 

Una no menos importante es generar la transversalidad cultura- educación con el propósito de lograr un mejor fortalecimiento educativo por parte del Estado, como también el sector privado para que en las Instituciones Educativas de la ciudad sientan el acompañamiento en el fomento de las acciones pedagógicas buscando fortalecer las líneas misionales de una formación transformadora.  

En el pasado nuestros ancestros nos dejaron sus saberes. En la actualidad, con los procesos pedagógicos es como podemos salvaguardar el legado que instalamos en este “espacio antropológico” para tener y responder por esta la obra maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial. 

Quiero destacar que se sintió una interesante sinergia en el congreso con los involucrados que hacen, viven y defienden el Carnaval, como son: artistas, actores, investigadores, empresarios, autoridades culturales, medios de comunicación y académicos, lo que nos hace soñar un mejor presente y futuro de la fiesta, que esta motivación a la reflexión nos lleve a rediseñar un Plan Especial de Salvaguardia (PES) donde se generen los verdaderos espacios de investigación donde logremos una “comprensión de la historia y función social del carnaval” con sus protagonistas.  

Hay buenas e inmejorables razones para pactar entre todos un solo carnaval, una sola fiesta, un único patrimonio vivo que perdure en el tiempo de por siempre, para vivir cada año la alegría de ver a un Joselito levantándose para una nueva celebración.  

No es difícil si todos lo proponemos sin distingo de razas, religión, posición económica y estatus social, que nos separe. Porque si algo tenemos los caribeños es que todos los días nos reinventamos en la vida. Solo queda aprovechar el tiempo desde ya.  

Gracias María del Carmen Meléndez, gracias Corcarnaval.